Empezando a explorar nuevos rincones de China, mis primeras paradas fueron Suzhou, Hangzhou y Nanjing.
Las tres ciudades se sitúan a media, una y dos horas de Shanghai respectivamente en tren de alta velocidad, que alcanza los 300 km/h.
El primer paso es, lógicamente, comprar los tickets de tren. Si es la primera vez que los compras puedes hacerlo por internet, pero deberás ir a la estación para enseñar tu pasaporte e imprimirlos. Una vez los tienes funciona como el resto de estaciones de tren: enseñas tu ticket y pasaporte, pasas el control de seguridad, buscas tu andén y te montas cuando las puertas se abran.
Si pierdes el tren que no te de un ataque de pánico, puedes cambiar tu ticket de forma gratuita y coger el siguiente tren disponible con el mismo destino.
En general la calidad del tren es buena; normalmente tienes 3 precios: primera clase –con precio más elevado y muchas comodidades-, clase turista –con precio razonable y asiento cómodo- y viaje sin asiento –con el precio más económico, puedes acceder al tren pero deberás hacer todo el trayecto de pie, a menos que seas espabilado y veas algún asiento que no se ha vendido. Para trayectos cortos te parecerá incluso más cómodo que coger el metro un lunes por la mañana.
Las tres ciudades, Suzhou, Hangzhou y Nanjing, poseen cada una su encanto particular; Suzhou –conocida como la Venecia de Oriente- con sus fantásticos jardines, canales y comerciales calles a lo largo del río; Hangzhou con su increíble lago del Oeste, sus templos y sus magníficas rutas de montaña que te recomiendo hagas en bicicleta. Nanjing, por su parte, ofrece el punto más cultural de las tres al ser antigua capital de China varios siglos atrás. En mi opinión no te puedes perder el templo de Confucio y el Mausoleo de Sun Yat-sen. No os describo más, es mejor que lo veáis con vuestros propios ojos.
En cuanto al alojamiento a la hora de viajar, tienes múltiples opciones: la opción más cómoda –y la más recomendable en mi opinión- es hotel. Si buscas bien por internet –para estos casos siempre vienen bien amistades chinas que te ayuden con el idioma- puedes encontrar hoteles con buena calidad por unos 100 RMB (unos 15€) la noche. Aquí he de hacer una advertencia para que no os pase lo que a mí; cuando reservéis online llamad por teléfono y aseguraos bien de que el hotel cuenta con licencia para extranjeros. Os evitaréis encontraros a las tantas con esta sorpresa y sin lugar donde pasar la noche.
Otras opciones interesantes son hostal –mucho más barato y donde conocerás a otros occidentales, lo cual da mucho juego- e incluso puedes probar alguna aplicación para encontrar alojamiento en casas de gente local. Puede sonar extraño pero la experiencia suele ser buena, gente muy amable, te dan de desayunar en abundancia y en general es bastante cómodo.
En definitiva, viajar por China no es complicado. Estas tres ciudades son de lo más cercano a Shanghai que os vais a encontrar pero sin duda merecen la pena. Es la mejor opción para escaparse un fin de semana cuando estés saturado del estrés de la Shanghai, la contaminación y la gente.
¡Un saludo y hasta la próxima!
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